-Decidido entonces, ¡Iremos a la casa del Terror!- gritaron con alegría Sonia y Raúl, ya que era la atracción donde ellos querían ir. -Bueno, a mi no me termina de convencer pero vamos a ello- dijo Carmen. Ella era bastante miedica, así que la idea de meterse en una casa dónde iba a haber monstruos y fantasmas, aunque fueran de mentira, no le agradaba mucho.
Una vez dentro lo primero que encontraron los chicos fue una habitación llena de sangre y pintadas en la pared, entre ellas se podía distinguir una que decía claramente "Elfin está cerca" -Me quiero ir de aquí- susurró Carmen, mientras sujetaba con fuerza a Sonia. -Acabamos de entrar, Carmen, y es sólo una habitación, relájate- replicó Sonia, mientras la apartaba porque le hacía daño. De repente, se escuchó un portazo en la planta de arriba. Carmen se estremeció y ya tenía los ojos llorosos. -Vayamos a ver qué es- sugirió Raúl, tomando la iniciativa del grupo.
-Yo prefiero que vayamos al trastero, seguro que hay un cadáver o algo así- respondió Andrés mientras señalaba hacia delante
Y bien, ¿hacia qué parte de la casa irán los chicos?
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